Fuente: Wikipedia.
Hace muchos años, la ciudad de Gordium se hizo famosa durante la época clásica por poseer el legendario nudo gordiano. En aquel entonces, existía una profecía que decía que quien fuera capaz de deshacer el nudo de la cuerda retorcida se convertiría en rey de Asia. Muchos hombres lo intentaron, pero todos fracasaron.
Un día, un joven rey macedonio llamado Alejandro entró en la ciudad. Miró el famoso nudo, desenvainó su espada y lo cortó en dos.
Hoy recordamos aquel rey joven como Alejandro Magno (356–323 a. C.). Cuando se dirigía a conquistar el Imperio persa, en el 333 a. C., tras cruzar el Helesponto, conquistó Frigia, donde se enfrentó al reto de desatar el nudo. Sin complicarse la vida, solucionó el problema cortando el nudo con su espada.
Se dice que esa noche hubo una tormenta de rayos que simbolizó, según Alejandro, que Zeus estaba de acuerdo con la solución, y dijo: «tanto monta cortar como desatar» («da lo mismo cortarlo que desatarlo»). Efectivamente, Alejandro conquistó Oriente.
En español utilizamos la expresión «complicado como un nudo gordiano» para referirnos a una situación o hecho de difícil solución o desenlace, en especial cuando esta situación sólo admite soluciones creativas o propias del pensamiento lateral.
Metafóricamente, «nudo gordiano» solemos utilizarlo para referirnos a la esencia de una cuestión de por sí de difícil comprensión, de tal forma que, desatando el nudo, es decir, descubriendo la esencia del problema, podremos revelar todas sus implicaciones.
De la misma manera, si la situación complicada fuera algo relacionado, digamos, con la salud, ¿cómo lo resolverías? Si es una enfermedad grave la que alguien está padeciendo, ¿qué tendría que hacer para darle la vuelta y mejorar su salud, aunque parezca un nudo gordiano?
¿Y si fuera un asunto relacionado con nuestra economía, con la falta de recursos económicos? ¿Qué tendríamos qué hacer para resolver esa situación que, al menos en apariencia, parecería que es un nudo gordiano?
Me dará gusto leer tus comentarios.