Recuerdo cuando a principios de los 80’s del siglo pasado, estudiaba la preparatoria, mi maestro de economía nos explicaba por qué se generaban las devaluaciones en general, y en particular de nuestra moneda, el peso mexicano.
En aquél entonces, toda la región latinoamericana estaba pasando por momentos económicos verdaderamente angustiosos. México sufría niveles de inflación por arriba del 100% y Brasil de más del 1000%. Ya no digamos Argentina, por mencionar algunos cuantos ejemplos.
Entre otras explicaciones, mi maestro nos decía que al dejar de ser el patrón oro el respaldo de la moneda (o billete) nuevo que entraba en circulación, esto podía crear un desajuste económico porque el nuevo dinero no tenía un apoyo que lo sustentara. Era un dinero débil, sin apoyo real detrás de él.
Por lo tanto, nos decía, el dinero en sí mismo pierde valor cuando se emite de más sin tener el debido respaldo.
«La inflación es el incremento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios con relación a una moneda durante un período de tiempo determinado» decía mi maestro.
Ahora bien, hilando estos conceptos, devaluación e inflación, se me ocurre que los títulos académicos también pueden devaluarse.
Si ante la creciente presión del crecimiento poblacional se aumenta la oferta en educación superior, es posible que la calidad de esta también disminuya.
Si esto es así, significaría que estamos ante un fenómeno de «inflación» de títulos académicos. Aumenta la cantidad de personas que se titulan sin el suficiente respaldo en cuanto a la calidad de conocimientos aprendidos.
Simplemente piénsalo. Ahora más que nunca, las opciones de titulación, al menos en muchas universidades de México, públicas y privadas, a aumentado de forma notable:
- Seminario de titulación
- Estudios en el Extranjero
- Diplomado Presencial
- Diplomado en Línea
- Diseño
- Tesis
- Tesina
- Alto Nivel Académico
- Examen General de Conocimientos
- Especialización
- Servicio Social
- Ampliación de Conocimientos Interfacultades
- Etc., etc., etc.
Aunque esto es lo que veo en México, tengo la impresión que también sucede en algunos otros países de Latinoamérica.
¿Cuáles son algunas de las consecuencias de esta devaluación de títulos académicos?
En primer lugar, las remuneraciones se ven afectadas notablemente. El sueldo de un profesional, ante tanta oferta de personas, tiende ser menor.
La empresa contratante dispone de un puesto y llegan cinco o más candidatos. Ante la necesidad de obtener el trabajo, muchos sacrificarán ingreso por «seguridad laboral».
En segundo lugar, es probable que la empresa no contrate al candidato idóneo, buscando pagar menos. Esto debería prender focos de alarma porque mucha gente muy talentosa estará siendo desperdiciada.
En tercer lugar, las empresas no podrán crecer más sanamente y más rápidamente al contratar personas que quizá no tengan las cualidades que en realidad requieren.
Lo barato sale caro.
¿Estás de acuerdo con estas ideas? ¿Se te ocurren otras consecuencias derivadas de esta «devaluación de títulos académicos»?