En clase, una maestra saca de su bolsa un billete de 100 dólares y lo enseña a sus alumnos a la vez que pregunta:
– ¿A quién le gustaría tener este billete?
Todos los alumnos levantan la mano.
Entonces la profesora toma el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo rasga un poquito en una esquina.
– ¿Quién sigue queriéndolo?
Todos los alumnos volvieron a levantar la mano.
Finalmente, la maestra tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo:
– ¿Aún quieren este billete?
Todos los alumnos respondieron que sí.
Entonces la profesora les dijo:
– Espero que hoy aquí aprendan una lección importante. Aunque lo he arrugado y maltratado… lo he tirado y pisoteado en el suelo… todos han querido tener el billete porque en ningún momento perdió su valor, ¿están de acuerdo?
Los alumnos nuevamente contestaron afirmativamente.
En la vida, muchas veces pasamos por situaciones que equivalen al sufrimiento del billete, el cual a pesar de todo, no pierde su valor. Así debería ser con cada situación que nos golpea, ¿no lo crees tu así?
¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo?