Durante años el documento empresarial conocido como Plan de Negocios se ha utilizado como un instrumento que permite planear y medir los alcances de la idea de un negocio ANTES de implementarse en la realidad.

En muchos círculos empresariales, es el documento que sirve de punto de partida para que los posibles inversionistas valoren si vale la pena invertir o no en un proyecto empresarial.

También sirve para que nosotros, como dueños de la idea de negocio, planeemos (pongamos en blanco y negro), cómo va a estar estructurada la empresa, quienes van a formar parte de ella, que producto y/o servicio es el que se va a comercializar, cuál será la estrategia de marketing y comercialización, cuales serán los flujos proyectados de gastos, ventas, utilidades esperadas, etc., por diferentes periodos: uno, dos, tres, cinco años, etc.

Resulta que en la práctica se ha demostrado, cada vez con mayor frecuencia que la que se quiere reconocer, que los planes de negocios con proyecciones a mediano y largo plazo (tres, cinco, incluso más años) no valen, no sirven. Son un desperdicio. Y esto es ocasionado principalmente por la vulnerabilidad del ambiente global que estamos viviendo.

Uno de los mayores problemas de los planes de negocio es que tienden a centrarse demasiado en los detalles en lugar de lo verdaderamente importante: la visión a largo plazo de lo que se quiere alcanzar con el proyecto o emprendimiento. Y por supuesto, la mayoría no tienen claridad acerca de cuál es la misión para la cual es creada la empresa. Y al hablar de misión me refiero a cual será (o cual es) su verdadera contribución hacia la sociedad en su conjunto.

Los siguientes son tan solo unos ejemplos de misiones de empresas han logrado trascender y espero te ayuden a comprender con mayor claridad este último punto:

Google: Organizar toda la información disponible y ponerla a disposición de todo aquel que la necesite.

Pixar: Desarrollar películas de dibujos animados que lleguen al corazón.

Zappos: Entregar felicidad.

Facebook: Hacer un mundo más abierto y unido.

¿Captas la idea?

Ahora, ¿cómo puedes hacer un «plan de negocios» verdaderamente eficaz que te permita darle claridad a tu emprendimiento?

En la segunda parte compartiré contigo de qué manera puedes, aprovechando las cualidades de tu hemisferio cerebral derecho, realizar un plan de negocios que, además de sencillo, puede ser mucho más eficaz a la hora de planear o visualizar tu proyecto o negocio hacia el futuro. Es probable que sea algo que nunca antes hayas visto.

Creo que cuando leas la continuación de este post, estarás en completo desacuerdo. Ya veremos 🙂

Me dará gusto leer tus ideas al respecto.